Por: Paúl Palacios Foto: Edgar Portillo @edgarenremolinos
IV
Horas
Pasa el viento
cerca, acaricia
me topa
el pensamiento, los ojos
me saluda de cerca
Próximo
el minuto que no cesa
viene,
se alarga,
se prolonga
es infinito
este momento
que no se va
se hace piedra
me hago piedra
TÚ
te haces agua
como mis ojos
que corren
caen
se vierten
por estas hojas
sobre estos blancos
dentro de mis lágrimas
de mis hojas
de las horas
que no cesan
no se apagan
no se callan
Gritan
nuestros ojos
en la ventana
Las Horas
son 12
los pisos del edificio
son 12
Las manos del mundo
Acarician
Son 12 los pasos del tiempo
Horas
no se van
me voy con ellas.
V
Instante
Escribo al costado
De la hoja
De la vida
¿Qué color?
Tiene la ciudad
Después de ti
El gris de la calle
La muerte de tus ojos
La voz
se rompe
de este
lado
del poema.
VII
Fractura
La ciudad
aparece y desaparece
entre neblina mental
la luz
la disipa
y ciega.
Se derrite el día en el adobe
Los árboles parecen calmados
La (s) mirada (s) de la gente
quema su sombra
se fractura el muro
sus fantasmas
reaparecen en un abrir y cerrar de puertas.
VIII
Paso de tiempo
invisible/visible
te cubres de instantes
casi perceptible
silencioso
transparente
cambiante, de piedra
te rompe un río magnético
minuto.
La escalera de viento
A la nada
en cada escalón
instantes que se quedan
para irse,
nunca estuvo
el tiempo
la buganvilla,
crece hacia el sol
se entierra hoy en mis venas.
IX
Nota mental
Del día nacen
las imágenes que me acompañan
y se desprenden de mí
como cicatriz mojada
laten con cada respiro
del dolor
única pertenencia segura,
existe a 2300 metros sobre el nivel del
Mar
agitas mis océanos
no sin antes
calmar
las dagas
de otras verdades.
XI
Nocturno
La ciudad está desierta
quedan los postes
las sombras
las hojas caídas
los autos quietos
los árboles de toda mi vida
la acera y sus grietas
los perros dueños de su sombra
las sedes académicas de los secretarios del poder
las arquitecturas para los deshabitados
los charcos
llenos del reflejo de la luz
la luz tendida en lo alto
queda la ciudad y otras cosas
queda la ciudad,
queda la ciudad.
Sobre el autor:
Paúl Palacios Gutiérrez (1992) Ibarra- Ecuador, psicólogo clínico por la Pontificia Universidad Católica del Ecuador, Quito. Durante sus estudios universitarios inició un proceso de escritura y lectura en diferentes espacios, conformó el grupo de lectura y estudio de poesía dirigido por Juan Carlos Miranda, Andrés Serrano, Alejandro Mera y Andrea Segovia. Su obra es inédita, los textos seleccionados son parte de la antología “Los Ojos del Tiempo.” Sus influencias varían entre autores ecuatorianos como Efraín Jara, Raúl Arias, César Dávila Andrade, entre otros, también de otras regiones Octavio Paz, Jorge Luis Borges, Juan Gelman, además de las interacciones con el psicoanálisis, la filosofía.